A mediados de 1819, el Libertador Simón Bolívar, al instalar el Congreso de Angostura manifiesta su deseo de la libertad absoluta de los esclavos. Todo este proceso desencadena finalmente en la Ley del 21 de mayo del año de 1851, sancionada por el presidente José Hilario López, declarando libres a todos los esclavos que existieran en el territorio de la República. Establece que las Juntas de Manumisión creadas en los diferentes cantones expidan certificados de presentación, avalúo y libertad de cada esclavo, con el fin de que pudieran los antiguos amos cambiarlos por unos vales de manumisión, cuyo valor iría reconociendo paulatinamente el Estado. Todo este proceso desencadena finalmente en la Ley del 21 de mayo del año de 1851, sancionada por el presidente José Hilario López, declarando libres a todos los esclavos que existieran en el territorio de la República. Establece que las Juntas de Manumisión creadas en los diferentes cantones expidan certificados de presentación, avalúo y libertad de cada esclavo, con el fin de que pudieran los antiguos amos cambiarlos por unos vales de manumisión, cuyo valor iría reconociendo paulatinamente el Estado. Todo este proceso desencadena finalmente en la Ley del 21 de mayo del año de 1851, sancionada por el presidente José Hilario López, declarando libres a todos los esclavos que existieran en el territorio de la República. Establece que las Juntas de Manumisión creadas en los diferentes cantones expidan certificados de presentación, avalúo y libertad de cada esclavo, con el fin de que pudieran los antiguos amos cambiarlos por unos vales de manumisión, cuyo valor iría reconociendo paulatinamente el Estado. Todo este proceso desencadena finalmente en la Ley del 21 de mayo del año de 1851, sancionada por el presidente José Hilario López, declarando libres a todos los esclavos que existieran en el territorio de la República. Establece que las Juntas de Manumisión creadas en los diferentes cantones expidan certificados de presentación, avalúo y libertad de cada esclavo, con el fin de que pudieran los antiguos amos cambiarlos por unos vales de manumisión, cuyo valor iría reconociendo paulatinamente el Estado. Todo este proceso desencadena finalmente en la Ley del 21 de mayo del año de 1851, sancionada por el presidente José Hilario López, declarando libres a todos los esclavos que existieran en el territorio de la República. Establece que las Juntas de Manumisión creadas en los diferentes cantones expidan certificados de presentación, avalúo y libertad de cada esclavo, con el fin de que pudieran los antiguos amos cambiarlos por unos vales de manumisión, cuyo valor iría reconociendo paulatinamente el Estado.